Roméo y Juliette, los amantes librados de París.
Acto I de un cuento, que no es más una leyenda, de un amor al tiempo de la cópula industrial.

image Sorayama

La muerte se justifica
en lo que evita al homme
el choque brutal del futuro.


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¡Que es bonita! ¡Oh, que es bonita y que convendría amarte, bonita e inaccesible hembra, sentada discretamente sobre el asiento antes del autobús de la línea Passy-Porte des Lilas!

Mi más grande deseo sería cruzar la línea roja que lo separa, ti y estos otros momentáneos indolentes, sentados sobre los asientos antes del autobús 96, que lo llevan, y te lleva, ti, bonita extranjera, Dios sólo sabe dónde.

Y te observo, y olvido que me es prohibido, por los convenios del apartheid, a cruzar la línea roja que lo separa mi de ti, y que lo separa, nosotros, machos, del contacto con estas otras hembras, y mí, de ti, sentado, silenciosa y vulnerable sobre este asiento antes del autobús 96.

image Sorayama

Querría besarte, pero sé que eso me está prohibido y eso te está prohibido también; pero no sé si podré retenerme hasta al final de mi trayecto y el tien, ya que tu belleza extraña no hace más que agitar mis sentidos de macho que a ayunardo así mucho tiempo, demasiado mucho tiempo sin duda, de soñar con ti y con bien otras hembras, en silencio, a menudo, demasiado a menudo, que no sabe si retendrá mucho tiempo el celo que lo sitia en este momento. Podrá resistir más mucho tiempo a la tentación de cruzar la línea roja que lo protege de mi, y que me prohíbe lanzarme sobre ti, de desnudarte de fuerza y violarte, allí, sobre el asiento antes del autobús 96 que circula secudidando en dirección del terminal de la Porte-des- Lilas.

¡Oh, bonita hembra, que te cree al refugio de los depredadores masculinos, detrás de esta frágil línea roja! ¡Oh cuánto vulnerable era si podía comprender toda la sed animal que amuebla mi espíritu! Bastaría que ti me observado para que mi celo se transforme en una eyaculación precoz; por gracia, no espera ya mas y acerca ti. Sólo tengo que cerrar los ojos, y todas las convenciones sociales se desmayan, así que la presencia de la matrona de servicio, esta "fhommelle" travestida en "policewomen", sentada sobre el asiento opuesto a la del "bus driver", ella que nos supervisa de un ojo inquisidora detrás de su división de "bullet prove" vidrio. Te observo y te veo quien cruzados la línea roja de las convenciones sociales; ti arrodillado dignamente ante mi, te desciende mi bragueta, abre mis pantalones y retira tranquilamente mi pénis de su prisión de algodón; ti inclinada y tragada en mi como ninguna otra hembra podría hacerlo y no te lo supo hacerlo antes ti; la grande boca abierta, ti me aspiras fijándome de tus ojos pícaros para hacerme gozar de un orgasmo que ningunos de mis sueños pudieron obtenerme, a lo largo de este largo purgatorio, que se me impuso mi y a mis congéneres machos, por los Ministros de las Iglesias de la rectitud social.

image truquée: Sorayama et autre

Pero tengo miedo, tengo miedo que estos pensamientos que me sitian sean la razón de mi pérdida; sí tengo miedo, tengo miedo que, allí donde no hay ya razones castigar los actos, los pensamientos y los sueños estén sometidos a la investigación de los "managers" de la pensamiento moral.

Dios ayuda mi, ayuda mi oh Dios, desvía mis pensamientos del cuerpo carnal de esta demasiada bonita jovena muchacha; ¿por qué, si me prohíbe gustarla, no destruye la belleza que abastece así mi sed?

El autobús bordea los muelles desconchados del muelle de Orsey, cruza la Seine al puente Alexandre, los olores nauseabundos de esta alcantarilla a cielo abierto, se infiltran hasta en la carcasa del autobús. En otro tiempo, habría pedido prestado el "metropolitan", antes de que éste infestado por los "loiterers", los "renegades", los "quidams", los "homeless", de las ratas. Sobre la plaza del Trocadero, el populacho gritaba su entusiasmo delante del hoguera que consumía los machos impenitentes. Luego, la superestructura corroída del "Eiffel tower" desaparecía en el momento de alcanzar los Champs Elysées derramados, aquí y allí, de carcasas calcinadas de "cars" de turismo. Nosotros peldaños con dolor, pasando las ruinas del obelisco de Louqsor que cubren la plaza de la Condorde. Luego toda la longitud de la calle de Rivoli, sufrimos los asaltos de los "hooligans" emboscadan bajo los soportales.

image truquée: Kelly et autre

Una parada súbita del autobús me toma de mi somnolencia. El autobús se inmoviliza. Es aquí donde debo descender. Ni siquiera tengo ya tiempo de colocar una última mirada sobre la joven hembra, que así agradablemente amuebló mis sueños de hombre enamorados. Desciendo del autobús sobre el bulevar Sebastopol, para dirigirme hacia el extraño edificio con forma de "refinery", dónde vengo a regularmente depositar el único ingrediente aún útil de mi pobre carcasa de macho envilecedo.

Está allí delante de mi. Descendió al mismo tiempo que mi, es a algunos metros solamente de modo que, bastara de así poco para que mis sueños lúbricos se transformen en una verdadera aventura. Está allí muy cerca, así cerca que podría afectarla, que bastaría poco de para acariciar su "gordo culo", sus nalgas que se muelen perfectamente bajo su vestido de algodón florecido; su vestido tan corto que se alza ligeramente a cada uno de sus pasos, logrando ultrajosando sus muslos hasta el nacimiento de sus nalgas, dibujándolos claramente por una y otra parte, la grieta secreta que la divide en dos cuencas tan apetitosas que deben crujirse, tal como sus pezones lo son de mamar.

¡Que es bonita, por eso bien, de la parte posterior que es bonita de frente, y que convendría besarla así, de detrás como es tan apetitosa a besarse de ante!

¡Mi Dios, mi Dios, protege mi de mis instintos de macho en apetito!

Se percibido de mi presencia detrás de ella. Desvió ligeramente la cabeza, pareciendo reconocerme. No aceleró el paso. Se nos instala para el "Research Institute" en el antiguo museo Beaubourg, dónde parece dirigirse al igual que yo.

image truquéecentre Beaubourg
Cruza las puertas esmaltadas de la sede del SOGEC. Me acerco a la fachada ocultada de una tubería de laboratorio gigantesca, que hace, el edificio de la "Somatic Germline Engineering Company", de asemejar a una gigantesca biomasa intestinal. Yo cruzados las puertas transparentes al mismo tiempo que ella, sin que intercambiemos una única palabra. Estamos ahora en el vestíbulo, extenso y desértico, que reverbera el sonido de nuestros pasos en mil de denuncias dodecaphonicas; me dirijo, como lo hago siempre, hacia el largo "reception desk" para tomar un billete numerado, de una distribuidora colgada a la pared que linda el "desk"; hizo lo mismo, y nos instalamos sobre los asientos incómodos del extenso "waiting room", uniéndose así, estos numerosos otros visitantes anónimos, pasivo e indolentes.

Observo en la dirección asientos reservados al las "females". Esta allí, eslada de las otras hembras; depositó sobre sus lados, un "american magazine" desconchada que tomó sobre el "shelves" que bordean las paredes. Hace parecido de leer. Y no dejo de observarla y de preguntarme sobre la razón de su presencia en este lugar, allí mismo dónde vengo a depositar este bien precioso que me quisiera tanto compartir con ella. ¿Viene ella aquí, como mi, para dar, dónde es para recoger lo que me quisiera tanto darla, de una manera muy otra?

Marco Polo ou le voyage imaginaire (Contes et légendes, décembre 2000) © 2000 Jean-Pierre Lapointe
Trame sonore empruntée aux archives du Web:


ACTO II