Canto I del Paraíso
image Ange

Prólogo del Paraíso.
El amor es dar y no recibir.


La gloria di colui che tutto move per l'universo penetra, e risplende in una parte più e meno altrove. Nel ciel che più de la sua luce prende fu' io, e vidi cose che ridire né sa né può chi di là sù discende; perché appressando sé al suo disire, nostro intelletto si profonda tanto, che dietro la memoria non può ire. Veramente quant'io del regno santo ne la mia mente potei far tesoro, sarà ora materia del mio canto.


VUELTA A LA PUERTA DEL PARAÍSO


Mí, fue para arriba allí, y vi las cosas de las cuales usted ignora y eso no puede ser expresada. Mientras que acercar al objeto de su deseo, nuestra inteligencia es impotente recordar el curso hecho ya. ¡Ô querido Baudelaire! usted que dirigió mi ahora intensifica, me llena de tu genio literario para describir mejor este viaje, me da la inspiración necesaria dar a conocer, el itinerario. Usted, Jeanne, Virgen virtuosa, si usted se diera yo, que puedo demostrar el reino que resto de la imagen en mi cerebro, le llenaría de mis favores. ¿Alas, como todos los mortals, mis pasiones me llevo y entretengo solamente los deseos baratos que se indigno de mi arte, pero lo que puedo hacer a él? Entonces via Jeanne el mirar en la dirección del Globo Celestial. Nunca rapvenous habría podido fijarla, con su vistazo tanto como lo hice. Ella los gestos inhaló tan en mi, la voluntad de hacer como ella, y miraba el sol como ella lo hizo pero no podría apoyar tanto como Ella. Jeanne fijaba siempre la Esfera Celestial, y mí, tenía mis ojos que miraba fijamente ella, la comtemplaban y la desea, y estaba como un Sátiro para probar la aureola que se escapaba de Ella; tenía el deseo de derretirse en Ella. Ella, que vio en mí tanto como yo en mí mismo, dice a mí, para aliviar los deseos en mí: "Tus ideas son malas, de modo que usted no pueda ver lo que usted debe ver si usted consiguió pro lo menos ligrad, de tu ignorancia. Usted no está no más en la tierra como usted cree par ser, y las cosas aquí no tienen el mismo sentido." Ella me entregó temporalmente de mis dudas las palabras de la gran sabiduría, pero, mi sentido fue trabado para arriba en los cordones de une segunda duda; La miraba llené de amor, y digo a ella: "¿Pero, estoy asombrado no poder penetrar, aligerado de su armadura de acero, el Cuerpo suave de mi Belleza, transparente como el de los ángeles; sería que es demasiado puro o que, no yo sea suficientemente puro?" Ella dejó escapó una respiración de la compasión y me miraba, como mi madre lo hacía delante de este hijo lleno de pensamientos delirantes: "Las cosas tienen una orden entre ellas. Todos los seres tienen la forma de la inteligencia divina y del instinto de ir hacia su destino. Tanto como los seres que no tienen la inteligencia, entonces los seres que, como usted, comparten la inteligencia y el Amor. La Providencia regula las cosas así. Pero si, por tendencias primitivas, usted se deja seducir por deseos falsos, y ése tus pensamientos son ésos que usted mantuvo en la tierra, usted nunca podrán reconocer las alegrías del Empíreo. Porque usted cree estar libre, tus marcas del instinto descartarte usted del Bueno; el seduction de placeres falsos le atrae el Mal y, cree que usted me ama mientras que desea tomarme, mientras que seria necesario que usted se dé enteramente a mi. El amor es dar y no recibir. " Y le contesté: "¿Y usted, si usted se diera yo, esto no sería, esa manera, la prueba más hermosa de tu amor para el me?" Entonces ella le dio vuelta los ojos hacia el Cielo.



Marco Polo ou le voyage imaginaire (La tragédie humaine, janvier 2000) © 1999 Jean-Pierre Lapointe
Theme musical: music for a while de Purcell, emprunté aux Classical Midi Archives.
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CANTO II DEL PARAÍSO