Canto IV del Purgatorio
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Jean-Baptiste el perezosos.
¿Por qué pensar si nuestra Madre el Estado hace todo y piensa en el mi lugar?


Quando per dilettanze o ver per doglie, che alcuna virtù nostra comprenda l'anima bene ad essa si raccoglie, par ch'a nulla potenza più intenda; e questo è contra quello error che crede ch'un'anima sovr'altra in noi s'accenda. E però, quando s'ode cosa o vede che tegna forte a sé l'anima volta, vassene 'l tempo e l'uom non se n'avvede; ch'altra potenza è quella che l'ascolta, e altra è quella c'ha l'anima intera: questa è quasi legata, e quella è sciolta.


VUELTA A LA PUERTA DEL PURGATORIO


Cuando, en una gran alegría o después de un gran dolor, el alma se recoge, no parece no conocer otros deseos contradictorios. Eso contradice la idea que una conciencia mala pueda así fingir bajo la aparición de una buena conciencia. Es escuchando y admirando estos almas que hice la experiencia, cuando los vimos gritar con uno solos voces: "He aquí el paso que buscan para ir más arriba." Llegábamos allí donde esperábamos ir, y las almas que lo acompañaban nos lo hicieron saber antes de dejarlo solos, mientras que el sol ya había alcanzado el horizonte. Se me excitaba, ya que me gustaba subir estos puertos de montaña que se ustedes acercan del Cielo al Saint-Gothard, que lo hunden en las nubes al Laco Rosso, o que se incorporan, a Hakone, al Paraíso perdido del lago Achi, allí donde se reflejaron en sus aguas tranquilas las brumas del Fuji-Yama. Pero aquí, es con ayuda de los pies y manos, y las alas del deseo, y buscando la luz que avanzábamos con dolor. Subíamos siempre más arriba volando al mismo tiempo, ya que aquí él somos necesario usar las alas del valor y la voluntad para alcanzar la cumbre. Subíamos al interior de la roca brusca dándose esperanza de alcanzar la cumbre. Llegados al borde superior del alto acantilado, digo: "Mi amo, qué camino tomaremos entonces?" Me respondió: "Que ningunos de tus pasos no te extravian; pero va más arriba siguiéndome, hasta que se muestre alguna escolta menos desafortunada que nosotros." El acantilado era aún tan elevado que no se veía a la copa. Era cansado y digo: "¡Oh mi suave padre, mi guía, te devuelve usted y ve como estaré solo si usted ti detenido!" Y me respondió: "Mi niño, no sucumbe así a la inconsciencia no elevándote sobre la masa vulgar. Vea este saliente en la montaña y allí no se detiene que para un corto descanso." Sus palabras me dieron valor y yo los seguimientos a cuatro piernas; allí, nos sentamos y observamos por dónde se subían, ya que es siempre útil observar anteriormente que de no ver, sin comprenderlo, que lo que está delante. Así pues, yo me percibidos que la orden Phaéton había oscilado y que habíamos cambiado de hemisferio. A dolor había terminado de hablar que oí, viniendo de un montón de piedras sobre nuestra izquierda, una voz decir así: "Sí, pero estará quizá contento de sentarse antes de que de subir!" Fuimos de este lado donde había gente extendida con pereza a la sombra de la roca. Uno de ellos me parecía cansado y se sentaba, la cabeza bajada entre sus rodillas, no se movía no y temí que se haya muerto. Yo reconocidos allí Jean-Baptiste, y hice que él compart mi sorpresa por verlo así volver a caer en su pereza creativa. Sin que lo pregunto, pero viendo mi desorden, él digo: "¿Hermano, para qué subir? Para qué el esfuerzo de elevarme sobre lo que conozco de las cosas, o de lo que hay más allá de las cosas que conozco. Porqué pretender conocer otros lugares, otra gente, otras culturas, otros horizontes mientras que soy tan cómodo aquí no tener no que ajustarme a las maneras que me son extranjeras. Deja mi, soy bueno y satisfago en mi ignorancia de estas cosas mientras que hay tanto cultas personas que conocen bien estas cosas, que organizan las cosas y las distribuyen y que se encargan de muy a mi lugar. ¿A qué rogar bien, puesto que el cielo no me oye no? Por otra parte no podría decir las palabras y utilizaría seguramente la fuerza vulgar para seducir la Bobalicona divina que guarda las claves de la puerta de los castigos, entonces porqué pensar..................... si nuestra Madre el Estado hace todo y piensa para mi?" Ya el poeta avanzaba y era impaciente subir más antes y me dice: "¡Te pónga te en marcha ahora! Vea como el sol ya vuelve y durmió sobre el Oriente."



Marco Polo ou le voyage imaginaire (La tragédie humaine, janvier 2000) © 1999 Jean-Pierre Lapointe
Theme musical: collection de Nguyen (cchero), empruntée aux Archives du Web.
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CANTO V DEL PURGATORIO