Canto XXVI del Infierno.
image  de John Martin

La ciudadela de los lame-culos.
Alarma usted, mi ciudad, porque se corta sus alas.


Godi, Fiorenza, poi che se' sì grande, che per mare e per terra batti l'ali, e per lo 'nferno tuo nome si spande! Tra li ladron trovai cinque cotali tuoi cittadini onde mi ven vergogna, e tu in grande orranza non ne sali. Ma se presso al mattin del ver si sogna, tu sentirai di qua da picciol tempo di quel che Prato, non ch'altri, t'agogna. E se già fosse, non saria per tempo. Così foss'ei, da che pur esser dee! ché più mi graverà, com'più m'attempo.


VUELTA A LA PUERTA DEL INFIERNO


"¡Alegres usted, mi Ciudad*, de ser tan grande que usted lleva tu vuelo del Mont-Royal* hasta el río Saint-Laurent* y ése por la Tierra se extiende tu nombre! Entre los que hacen tu grandeza, encontré solamente a ciudadanos que estaban, en el mismo tiempo, artistas y poetas que se animaron sin constreñimiento renovando el honor de tu nombre." Pensé así mientras que mi espíritu viajó en la tierra. Nos fuimos, y mi guía fue para arriba dibujándome por los proyecciones de la roca escarpada, y prosiguiendo nuestro camino solitario y las trampas del puente, los pies no avanzaron sin la ayuda de las manos. Entonces, sufrí y ahora todavía sufro, cuando mi pensamiento se refiere a lo que vi para arriba allí, y refrene mi cólera más entonces como de costumbre. Fuimos rechazados violentamente por los espíritus que nos esperaron para arriba allí y que dijeron: "Sólo hay lugar aquí, para solamente los de que estén allí ya, y de que se sepan de nosotros, y de que lamen nuestro asno, y de que nos adulan y quiénes sepamos tos trabajos y de quienes sean las únicas obras que son, y que merecen ser. Que usted sería pintor, poeta, arquitecto o periodista, novelista, artista, actriz o morning-man, que usted habíasido la maravilla nata, hábil o hermosa, que no tiene ningún significado a y nosotros sea indiferente saber tus obras. A nosotros solamente materias,la reputación de tu nombre, de modo que sea en el mismo tiempo él nuestro, que del editor, que del museo, que del magazine o la estudio del arte o del modelo arquitectónico a la moda, que de la escuela ilustrada, que de la capilla literaria. Pero puesto que usted no tiene una reputación, y eso es importante que pretender para saberlo, es que usted no tiene un nombre. Aquí qué cuenta y de este hecho, usted no existe iguala." Y Baudelaire les respondió: "Mi nombre es Baudelaire; mi camarada no es conocido mientras que soy, pero, él transporta con él, el dolor del poeta; por tolerancia, ábrase en tu obra si no, tus corazones." Y los oímos susurrar entre sí mismos: "¿Quién lo tiene dijo él era, usted oyó que él decirlo a Baudelaire, pero quién entonces, es Baudelaire? " Y comenzaron otra vez sus gritos y sus alarmas y ellos nos empujaron detrás de modo que dejáramos este tribunal de aduladores, de hipócritas e de los ignorantes bien felices de estar tan. Antes de alcanzar las escaleras, cruzamos otra vez esta ciudad: "¡Alarma usted, mi Ciudad*, de ser tan pequeña que usted lleva tus alas del Mont-Royal* hasta el río Saint-Laurent* y que por el Infierno, se extiende tu nombre! Entre los que violan tu gloria, encontré solemente a adulatorer, entre las más notorios de tus ciudadanos, que me hacen que la vergüenza y allí usted no gana nada que puede renovar tu honor. Pero si qué uno sueña por la mañana es verdad, usted sufrirá pronto, el castigo de tus crímenes y de los de tus ciudadanos: El de la pérdida de tu alma y de tu renombre." Llegamos, a pesar de los obstáculos, al sexto hoyo; avanzando hacia nosotros, llamas que, cada, ocultaban a un pecador en dolor. Considerándome tan atento a qué fue presentado a mis ojos, mi guía dice a mí: "Los espíritus que usted ve, están en los fuegos, cada de ellos se envuelve de qué lo fija embrase; son ellos que hicieron que tuvimos que tomar otro camino; se consumen de sus propios fuegos como en la tierra, tomaron placer en la renovación de tu mediocridad, y quisiera que usted se entristezca para la Ciudad* más que para ellos, que no sobrevivieron a tu obra."



Marco Polo ou le voyage imaginaire (La tragédie humaine, janvier 2000) © 1999 Jean-Pierre Lapointe
* sitio geographico, Québec
Theme musical: musique alternative (iou), empruntée aux Archives du Web.
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CANTO XXVII DEL INFIERNO