Canto XIV del Infierno.
image Félicien Rops

La dama crucificada del monte Real.
El eugenisto, el gran anciano de Bergeronnes.
Stabat Mater Dolorosa.


Poi che la carità del natio loco mi strinse, raunai le fronde sparte, e rende'le a colui, ch'era già fioco. Indi venimmo al fine ove si parte lo secondo giron dal terzo, e dove si vede di giustizia orribil arte. A ben manifestar le cose nove, dico che arrivammo ad una landa che dal suo letto ogne pianta rimove. La dolorosa selva l'è ghirlanda intorno, come 'l fosso tristo ad essa: quivi fermammo i passi a randa a randa.


VUELTA A LA PUERTA DEL INFIERNO


Movido por el amor que tenía para mi tierra nativa, recogí las hojas dispersadas y las volví a quién que había perdido ya su voz. Llegamos más lejos, donde uno ve una forma horrible de Justicia. Era un amarrar en el cual ninguna planta podría crecer. Es incluido por el bosque del dolor y de un hoyo lugubrious que haga fuera de él, como una corona; allí, paramos nuestros pasos muy cerca del borde. Este espacio estaba de la arena seca y móvil que se deslizó de las colinas en el agua del río grande entre Bergeronnes* y Tadoussac*. ¡Oh venganza de Dios! ¡cuánto usted debe inspirar el miedo a quienquiera leyó qué apareció entonces a mis ojos! Vi las manadas grandes de las almas peladas que gritaron desgraciadamente y que aparecían sujetadas a los leyes contradictorios. Algunos ponen en su parte posteriora, en arena; otros eran puestos en cuclillas e inmóvil, otros se arrastraron sin ningún resto. En toda esta arena llovida las escamas grandes del fuego, como nieve caen en las Apalaches*: como los bosques de la Tundra, en estas áreas fijadas en fuego por el relámpago, que los bomberos vainly intentan extinguir creando barreras artificiales contra el avance del fuego que destruye o lanzando toneladas de agua del Cielo con los pájaros lugubrious del hierro. Aquí y allí intentaron, con sus manos desgraciadas, dispersar la quemadura que venía de arriba. "¿Amo, usted que triunfa de todos los obstáculos, a excepción de los demonios obstinados que nos siguieron a la puerta de este círculo, que es este viejo hombre alto que no se preocupa del fuego, de el cual tan desdeñosos y aparece ése la lluvia no se parece al quemar?" Y éste, que me vio el preguntar de mi guía así, dice a mí: "Tal fui vivo, tal me morí "Tal que, tal que morí y Vulcano puede manar alimentación sus fraguas de Saint-Maurice*, él no podrá ser vengado, ese yo lo desdeña como desdeño todo el a los que crean que son mis Amos." Entonces mi amo habló con tal vehemencia que nunca lo había oído hacerlo así: "¡Oh quién que sea, tu castigo aumenta al mismo tiempo que tu orgullo, nulo suplicio sería bastante grande para compensar tu furia!" Entonces, él dio vuelta a mí e hizo tranquilo otra vez, él dice a mí: "El grand vieillard de Bergeronnes* Él es un Eugenisto y él se parece el único, que sufrimiento calma abajo bajo influencia del desdén que él atribuye a los trabajos del Dios; sino como I dijo a él, su vexation es un ornamento que es bien apropiado a su pérdida. Ahora sígame, lleve a cabo sus pies cerca de la madera y evítelos así de ponerlos en la arena ardiente." Silenciosos, llegamos en un lugar de donde, fuera del bosque, los canalones ligeros muy pequeños fuera que de color rojo todavía me inspira. Tal es este lugar que se reclina del viaje y donde moran los courtesanas; estaba allí, aparte de el morosidad de la ciudad. Sus camas y su ropa fueron deshechas, las ventanas y las puertas abiertas en los passers cerca, qué me demostraron que era por allí ése él eran necesarias para mí pasar. "Entre todo que le demostré, puesto que pasamos a través de la puerta que entrada no es basura cualquiera, sus ojos no descubrió cualquier cosa tan notable como este lugar, que restablece en usted todas sus passions dormir." Así pues, rayo mi guía; sus palabras convencían tanto de que lo ruegue me dejara probar, eternamente, al ambrosia y al néctar de sus labios mitad-abiertos: este alimento de el cual me habían dado el gusto y de el cual haga a hombre inmortal. Entonces él dice a mí: "Do no dejado fascinar por los espejismos de estas sirenas, aquélla quisiera bajar dormido en sus brazos nunca para despertar más. Pero pare algo este lugar y sígame precipitado. En el centro del río está una ciudad devastada quién lleva el nombre suave de Ville-Marie* y, bajo control de un Pontive extranjero, su gente ahora está en inconsistencia. Hay allí un volcán antiguo que fueron aclarados antes por el agua y los foliages y que tenía un nombre Real; ahora es abandonado, atravesado por el betún, las ruinas de palacios y las cabañas como una cosa del pasado. Las madres lo eligieron antes para la horquilla segura de sus hijos y, para mejor protegiéndolo, cuando tenían diversión a crucificar las muchachas jóvenes, vaciaron los burdeles de la Main. En la cima de esta montaña, una gran señora es montante llevado a cabo, ella le da vuelta de nuevo al capital y ella mira la ciudad como si fuera ella solamente espejo. Todo su cuerpo se cubre con las hojas del oro, excepto sus estigmas que estén de carne lívida; su cara es triste y se corona con los diamantes chispeantes en lugar de espinas dorsales; sus manos y sus pies suelda con autógena a la cruz las tuercas de bronce sólidas, las alianzas del metal galvanizado perforan sus mamíferos y su ombligo también, y solamente el punto donde ella genera placer está libre de cualquier obstáculo. La cruz en la cual la crucifican así, es una estructura gruesa del aluminio anódico adornada con los bulbos que aclaran la noche. De todas las heridas de su cuerpo arroje a chorros los rasgones de la sangre que, mientras que ponían para arriba, tenían dugged drenes en la ladera. Sus cursos van abajo de roca a la roca en el valle; forman el Acheron, el Styx y el Phlegeton. Ella gime y ella se torció como si un falo invisible la penetre y, de su vulva mitad-abierta, funciona hacia fuera un licor que se separa hasta este punto adonde uno no va abajo de más; forma allí, el Cocyte; cuál es esta charca, usted la verá, también no habla sobre ella anymore." Oí, en lejos, los lamentations de millares de lamentos y una canción lugubrious que llegó a ser unpercertible como nosotros advence en el llano, dijo sobre esto: "Stabat Mater dolorosa, Juxta Crucem lacrimosa, Dum pendebat Filius." "Cujus animam gementem, Contristatam et dolentem, Pertransivit gladius." "O quam tristis et afflicta Fuit illa benedicta Mater Unigeniti!" "Quae moerabat et dolebat, Pia Mater, dum videbat Nati Poenas in......." "Quis est homo qui ......on fieret, Matrem Christi si ....... ..................." "........................ Christi Matrem ........... Quis no................" "........................ ........Jesum in tormen....... ..........." Sin dejar de avanzar, las quejas fueron perdidas en la noche, entonces digo a mi amo: "¿B>Amo, donde está el Lethe que que usted no habla alrededor y Phlegeton de el cual, usted dice, él se hace de una lluvia de lágrimas?" Y él me contestó: "Todas sus cuestiones se asemejan al hervor del agua roja; el Lethe, usted lo verá fuera del abismo, en donde van lavar las arrepentidos almas cuando se les vuelve a poner su falta. Ahora es hora de dibujarnos aparte de las maderas; haga su mejor para caminar detrás de mí; los brocales que no son ablaze hacen una manera y, sobre ellos, todo el dado camino y, todas las pavesas se apagan." Entonces mi amo mantuvo silencioso sí mismo y lo seguí tan antes como, seguí, dócil y sin saber demasiado porqué, mi Madre santa.



Marco Polo ou le voyage imaginaire (La tragédie humaine, janvier 2000) © 1999 Jean-Pierre Lapointe
* sitio geográfico, Québec
Theme musical: musique alternative (gratprop), empruntée aux Archives du Web.
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CANTO XV DEL INFIERNO