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peinture hindoue
¿Pero qué dicen?


VUELTA A LA ELECCIÓN DE LAS ESCALAS


une tranche de jardin
¿Por qué abrir el cajón si el escorpión, que del techo,
acaba de caer sobre mi mesa, me habla?

"Me reconózca me, soy el antiguo encerdero de reverbero."

"Esto se oye, abandoné mi pierna de madera, en un terreno vago donde desmigajaron los restos de una fábrica, desde hace tiempo incendiar, cuya alta chimenea, aún de pie, hacen punto ahora jerséis brillantes."

"Mi pierna de madera hizo su camino desde entonces,
beato de este vientre de Ministro, este Sam Suffy que lleva sobre la cabeza, estos ornamentos, estos....."

Pero reconoció fácilmente a un papa, ocultando rápidamente
en su mano izquierda un monóculo, que podría bien no ser más que una hostia envenenada, mientras que, de su derecha, traza en el aire señales de cruz inversamente


A este gesto, la chimenea se abre de arriba abajo así como un moldee,
dejando ver sus dieciséis pisos interiores, donde bailarinas casi desnudas, apenas más densas que un remolino de polen, repiten en el ojo de un gato, pasos lascivos y complicados.

Y el escorpión, pinchándose de su dardo se inserta
en el grosor de mi tabla, decorándola de una mancha de tinta donde leo con ayuda de un espejo: "Cabello verdugo".

Pero es al vez de su ojo de cruzar el espejo,
con gestos de reloj, él riega mi vientre de pólenes entrelazados, como pequeños juegos de ninas quiénes tienen sed, usted lo reconoció, y las migas de porcelana se insertan en mi piel que tus ojos observan como si era el espejo.

Hable a mi, como si era el oráculo descendido decir
los sueños que circulan en la conciencia universal, me aprenderá lo que se dicen los cerebros del mundo, así los sueños no podrán perderse, tu ojo no hablarán ya, él dirán.

Se oye eso, abandoné mi monóculo,
hable a mi del tiempo, el que lo separa.


¿Se oye eso también, vio el pozo donde tus labios se insertan,
se acuerda usted de los pájaros en la jaula de tus ojos agitaban sus niñas como monos?

No hay más pájaros, sólo hay niñas salidas de las jaulas
que recogen vuestras sueños olvidados en la noche para volverlos a poner a la conciencia universal.

Porqué devolver el vidrio si la tabla debe dejar lugar a tu cuerpo,
tu vientre, este volcán gimiendo todas sus heridas se asemejan a mis palmas volver sobre su zócalo.

¿Se acuerda de los dibujos en el espacio,
hechos de mis dedos en guirnaldas como para coger a los pájaros, y que se volvían a cerrar suavemente sobre la niña de tus ojos, luego se descartaban, los pájaros se escapaban de tus niñas, llevándose sus ojos hacia los sueños olvidados de la conciencia universal?

Me aprendera todo lo que dicen los pájaros
tan lejos que hay pájaros, es sobre eso que tu cuerpo colocó los pies sobre mi mano.



¿Porqué abrir los recuerdos si la mañana debe olvidar tus caricias,
si tus ojos deben cerrar la mirada, como la chispa del belicoso espárrago las trincheras de su sangre?

Es como el escorpión que se pincha, tus ojos que se vuelven a cerrar,
es también el ojo del gato reflejando su interior.

un buste qui jaillit du jardin

Marco Polo ou le voyage imaginaire (Mais que dis-je?) © 1996 Jean-Pierre Lapointe


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