países incendiarios
bellezas pasadas al alquitrán sol
son mis genuflexións
sentase sobre las ciruelas de Dios
compradoras de noches insectos grietas
ahogadas en los pisos de betunes
lloran sobre el diente de los cuernos
mis damas de esperanza apacible
mis damas de mañanas señaladas de sueños
me voy a las procesiones de neónes
a derrochar mis risas voluminosas
esté a la esquina martillo de la cita
tenga la luna de las santas fotografías
las rodillas sobre la piedra de mis campos
maestras catálogos
Salimata la muchacha africana
No olvidé
pequeña flor de Burkina Faso
No olvidé
tu frágil y arriba cuerpo de ébano
protegido de uno boubou a los mil de tatuajes
que taladraban a las muchedumbres variadas
contonearsando hacia mi como un cobra
para depositar este beso apasionado
sobre mis labios atterada
No olvidé
en esta terminal asediada
esta salida eterna
dejaba detrás nosotros
que una aventura incompleta
encargada de sueños imposibles
y deseos inconfesados
No olvidé
este beso al hombre blanco
este reto al hombre negro
este rechazo de la insignificancia
esta protesta del corazón
mujer de poco África
No olvidará
este viajero de América
distraído en tus islas del África
de llantos de risas fáciles
de sufrimientos de muertes inútiles
de dramas de guerras vanos
tu risa luminosa se fundió a mis venas
Quién podría olvidar
el sentido de África
la mediocridad del varón
el sol que solidifica sus sienes
el polvo que atraca sus gargantas
el Sahel inútil diferentemente que........
para recoger muy negra una flor
Olvidaré nunca
tus ojos estos pequeños faros preciosos
tus senos estas máscaras impenetrables
tus caderas estos giroscopios desconectados
tus labios estos oasis a la sed
tus sueños estos deseos infinitos
cuyos mis solos sueños tienen aún acceso
Quién podría nunca olvidar
tu belleza de virgen negra
tus ojos de miradas codiciosos
tu boca de frases ingenuas
tus manos de caricias profundas
tu nariz de agavas amasadas
tus seños de montañas aterradas
tu pubis de esculturas incisivas
cuyos mis solos sueños tienen aún la llave
Quién podrá olvidar
No olvidé
en Ouagadougou lo dormido
esta marcha en la noche
a través de estas avenidas mediocres
sobre el lugar de la revolución
donde tus hermanos se murieron para nada
las unas de tus dedos penetraron mi carne frágil
No olvidaré
en París la luminosa
tu cuerpo trasplantado por mi sueño
que buscará a las locas escapadas
que romperán las murallas eternas
que taladrarán las miradas codiciosas
tu mano me colgué a mi sueño de hombre frágil
Olvidaré nunca
África en peligro
los hombres despreocupados
los niños en desamparo
las mujeres fuera del aliento
si fuera necesario salvar África
yo lo haría que para ti mujer de poco África
No te olvidaré nunca
pequeña flor negra de Burkina Faso
el mar que debe beberse
mar a beber
mar a beber en un vaso
beber el mar
un vaso de mar que debe beberse
mar a la sed
tengo sed ....
....
en el vientre de las orillas
las arenas taladran mi cuadro
el grin fino cruzan el horizonte
iré las mañanas de agua
esculpir sus dedos de arcilla
en la roca sólida
iré las mañanas grises
a taladrar la ola terrible
hasta la sangre de las islas
venid con mi
pequeña cojea de muchacha
los dedos en mi bolso de asilo
venid a desgarrar mi isla
venid con mi
pequeña sed de muchacha
el pie satén frágil
colgar a mi sueño de arcilla
venid con mi
el mar al borde del suicidio
venid al borde de mi isla
venid a violar mi isla
la mano de paja
La mano de paja de guerra cansada
al corazón
tengo los dedos a las heridas de la cama
los cometas de Satanás afilan a sus tiranos
.
noche
noche de planetas resfriadas
planetas golpes de puño
se destruyen nuestros zócalos de amistad
desdicha
el barrendero recoge los corazones
el barrendero se va y llora
la regadera se suicidó en su sangre
como estaba sucio este maduro
maduro de cráneo al despertador
el cañón campana a las iglesias de sonidos
el puñal hostia a Jesús anatemas
una prisión para sus sueños
pondré sus imágenes en una caja
y despertaré sus sueños
sus sueños de palacio torcidos
yo les pondré en una caja de sueños
yo pondré sus caras en una caja
y mis dedos de cansancios también
y todas las paletas que se levantan
los pondré en una caja cerrada
yo pondré sus ojos en una caja
en una caja de oscuridad dondequiera
y de los mares en sus ojos cerrados
en una caja de mares infinitos
pondré sus encantos en esta cojeo
en esta cojeo de paraísos impenetrados
de los olores de besos en papel
de los papeles aburrirsando a los gritos de alegría
yo pondré todo en una caja cerrada
yo pondré todo en una caja ocultada
yo pondré todo en una caja de imaginación
y me imaginaré que no hay que una caja para nosotros
su juventud de ayer
En el dormirlo de las lunas
la frescura les despierta
al dormir de las noches de rocío.
Mecidos por el amor en silencio
se correría, desatentos en las hierbas
entre las redes de aurora
sobre la cuesta de las risas
hasta la mañana de los soles sonoros.
Colgaban a mis piernas
sus dedos de reineta ingenua,
y sus ojos en la humedad
de los deseos encantadores de sueños.
Se permaneció allí hasta veinte años
cerca del arroyo de candor.
Las aguas entre sus piernas pasaban
su juventud ingenua y muda.
Hemos perdido nos veinte años
y reflejaban sobre la onda,
lo que no era más de su juventud.
La dejé bajo el arroyo
y viví joven en otra parte
cerca de uno otro arroyo que pasaba
entre otras piernas de juventud.
Marco Polo ou le voyage imaginaire (poésie: rêves de femmes) © 1996 Jean-Pierre Lapointe
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