El cuerpo astral de la joven muchacha india
Acto IV de un cuento erótico de la adolescencia.
Ti, ti el caribú
Sí, ti, a las largas piernas
Sí, ti, a las largas orejas
A el melena abundante
Vistas del lejos, es tan pequeño que un piojo
Viene, vuela hacia mi como un cisne
Viene, viene gran caribú
Vaya, vienen te remueve
Te remueve los huesos de tus piernas
Vienen ofrecerte a mi
Yo están allí yo te esperan
Yo están allí para ti
Para ti solo caribú
Vaya, vienen
Nakasuk
Repetidos golpes de fuego, un tumulto apenando, me despierto en sobresalto. El suelo está frío bajo mi vientre desnudado, estoy desnudo y alargado en el mismo suelo frío de la mañana. Tengo dificultades a
realizar esto que pasó.
Noche extraña. La apretaba en mis brazos; mujer odremundo, bruja de ultratumba, joven indio salido del
"tiempo del sueño". Me acuerdo, la apretaba en mis brazos y nos amamos.
(atención: imagen animada voluminosa)
Hombres se acercan, indios de las tribus Salishan, de los Shuswap o Cowichan, de los Okanagan,
Thompson, de los Skwah, Skway o Kwaw Kwaw A Pilt, Nootkas y Kwakiutl, de los Lillooets,
Songhees, Chicotins, de los Masqueam y Wakashan o son Fantasmas, Sasquatch o Satanachias, Astarots
y Lucifugés, Sargatanas, Nebiros, o aún Espíritus, Hokhokw, Baxbaxwalanuxsimes, Tirawa o Wakan
Tanka o serían Caras Pálidas, Padres ultrajando, Soldados, Soldados de infantería, Misioneros, Militares,
en Armas; oigo sus pesados manojos martillar el suelo, los picados de sus armas, de sus crucifijos, sus
sarcasmos también, ellos casi soy a mi altura, tuvieron en cuenta mi presencia.
Me envolvía de sus brazos desnudos a las carnes sanguíneas; sus piernas se estaban levantando muy arriba
en mis lados; las joyas que surtían su cuerpo áspero araban mis carnes frágiles; como objetos fetiches,
exacerbaban mis impulsos sexuales. Ya gemía, su presión se volvía más intensa, combinamos fundirnos el
uno en otro.
Hombres muy cerca, soldados, armados soldados de infantería, rozando mi cara de sus manojos pesados y
polvorientos, se les agita allí muy cerca y, la agitación del vencedor sobre el cuerpo inerte del salvaje, del
indio ultrajando, del enemigo supido.
(atención: imagen animada voluminosa)
La tomé con vigor, hundiendo mi sexo en su vulva caliente y acogedora. Se discutía vigorosamente, como para acelerar la invasión de su vulva, por este Trickster impaciente de conquistar su invitaba yoni. Sus
piernas apoyadas al suelo, apuntalaba su cuerpo hacia arriba luego hacia abajo, en una gimnasia dada
ritmo que exacerbaba los movimientos de mi pénis, en las profundidades secretas de su útero ya
encargado, yo la sentía, de una materia viscosa a los ásperos olores. Hundía y resumergirme con todo el
entusiasmo de mi joven edad. Gemía, se desplazaba de manera histérica, triturando mis carnes trazando
allí, lo sentía, de los surcos profundos, de los estigmas encargados de sangre; como un animal en furia se
agitaba, se inmovilizaba, se agitaba de nuevo para mejor devorarme lentamente; como un vampiro había
vaciado mi cuerpo de su sustancia vital, mi Mana, lo sentía, me dejaba lentamente, una suave euforia se
apoderaba de mi Estado, iba a morir transmitiéndola la vida; perdía ya conciencia yo lo sentía, y tal
Pygmalion, iba a transmitirla la vida, mi vida.
- "son of a bitch, you're damned fuck'n dead."
Estaba desnudo, humillado. El cañón frío de un arma deslizaba ultrajosando sobre mi pénis lestimado. Los
soldados me destacaban con vigor, simulaban el pelotón de ejecución, me conectaban, luego echarsan a
reir, pronunciando a mi lugar, observaciones racistas y vulgares.
- "We got you damned frog, you're our goddam prisonner, moove your fuck'n ass out of
here, you're just good to park on a fuck'n reservation."
Tengo siempre en memoria, mientras que los soldados me llevan a lejos, gozando al mismo tiempo con
arrogancia de su transitoria conquista, el espectro desnudo de la joven india, e intento imaginar que eso no
era un sueño.
Marco Polo ou le voyage imaginaire (Contes et légendes érotiques, août 1998) © 1998 Jean-Pierre Lapointe