Canto XV del Paraíso.
¡Robin Hood, socorro!
O sanguis Meus!
Benigna volontade in che si liqua sempre l'amor che drittamente spira, come cupidità fa ne la iniqua, silenzio puose a quella dolce lira, e fece quietar le sante corde che la destra del cielo allenta e tira. Come saranno a' giusti preghi sorde quelle sustanze che, per darmi voglia ch'io le pregassi, a tacer fur concorde? Bene è che sanza termine si doglia chi, per amor di cosa che non duri, etternalmente quello amor si spoglia.
VUELTA A LA PUERTA DEL PARAÍSO
Mi deseo del Amor me atrajo hacia al bueno, tanto como la codicia lo separa, él impuso silencio a las armonías suaves que el jefe de la orquesta del cielo anima y las marcas encubren. ¿Cómo serían sordas a mis rezos sinceros, estas almas bienaventurados que se callaron silencioso, al insufflate en mí, el deseo de preguntarlas? Correcto que quién, por el amor de las cosas temporales que pasan poco tiempo, experimenta un castigo sin extremo, y pela sí mismo de este amor eternamente. Como a veces, una estrella que tira pasa en el cielo reservado, una estrella que se mueva y que derive solamente por un momento corto, y que hace centelleo, los ojos de quienquiera lo miran, inmóvil; así, una estrella resplendent de este movimiento de la constelación a un angulo recto, como una luz que se cruza y los brillos, tan translúcida como el alabastro. Así aparecido a mí, este Padre, el poeta, cuando él me reconoció en el final lejano de los Champs-Élysées y de ése él dice a mí con dulzura: "¡O sanguis meus, usted que esperan en Jeanne, la beatitud eterna, y en la cual, en cuanto a me, ella abre, muy extensamente, la puerta del Cielo! " Así habló esta luz; esta es la razón por la cual lo fijó y eso di vuelta a mis vistazos hacia mi señora, y en ambos lados, probábamos la misma sorpresa; en sus ojos, quemados tal sonrisa que mis ojos creyeron tocan la cumbre de la tolerancia que me fue concedida, y de mi paraíso. Entonces el espíritu, que presencia me transportó en alegría, agregó, en prólogo, así que observaciones profundas, que lo hice no entendido les inmediatamente; y él se ocultó a mí, porque su pensamiento se levantó sobre opiniones humanas; y cuando sus palabras del afecto fueron abajo al alcance de mi inteligencia, la primera cosa que entendía era: "¡Bendecida usted sería, Trine y uno, usted que, hacia mi raza, se mostró tan severo!" Él agregó entonces: "Oh mi hijo, gracias La quién le dio las alas para emprender este vuelo celestial, de esta luz, de donde le hablo, un deseo querido y demasiado largo de hablarle finalmente calma abajo en mí. Quizás usted cree que su pensamiento deriva hasta mí que sea el primer de una generación; ¿también usted no me pregunta que sea y porqué me parezco a usted, más feliz que quienquiera en esta tropa, con todo tan por completo de alegría? Pero de modo que el amor sagrado que me confina eternamente en la contemplación, haga que mi deseo persistente, finalmente calma abajo en mí, déjeme oyen el sonido de su voz, expresan tu deseo con todo el ardor, con toda la voluntad y la alegría que es necesario." Di vuelta hacia Jeanne: ella me oyó antes de que le hablara, y mientras que sonreía ella me hizo una muestra que aumentó mi deseo de expresarse. Entonces comencé como sigue: "En usted, los bienaventurados, pues agarré que es fácil para usted, sin ella que es necesaria, siempre reinventar amor, mientras que usted tiene en usted, la inteligencia del amor; en el mortal en contrario, cómo es difícil de expresar, tan fácilmente, nuestras sensaciones cariñosas, sin tener siempre la impresión que no es entendida. Entonces agradezco solamente a le con mi corazón o a vuestro recepción paternal. Le pido, oh el topaz vivo, que adorna esta joya inestimable, que usted me satisface diciéndome vuestro nombre." "Oh mi hijo en quien, igualo mientras que le espera, tomé placer, era tu antepasado." Tal era el principio de su respuesta; entonces él continuó como sigue: "El cuya, de la familia tomó tu nombre, y que, más de cuatro cientos sesenta y seis años pasados, caminata alrededor del montaje en esta cornisa, era mi hijo y tu bisabuelo; por lo tanto está necesario que, por tu buena caridad, usted acorta su vagabundeo largo. Esta población, en su frontera antigua de donde no oye más, de ahora encendido, sonidar los matines, vividos en armonía, decencia y sobriedad. No tenía todavía, las coronas y los tronos, ningunas mujeres agriadas por la venganza, ningunos transvestidos más hermosos para ver que la persona misma; ningunos Pastores laicos ni inquisidadores para inventar nuevos dogmas; las palabras y los discursos desearon decir lo que dijeron, pero no el contrario de lo que desearon decir. La mujer y la muchacha no asustaron a padre todavía, porque él podría todavía ser padre hasta el matrimonio de su hija; ningunos jueces para poner en duda su paternidad, ningunos torturadores para emascularlo como un depredador vulgar; uno no vio las casas, vacías de niños, y no había venido a Morgentaler todavía, demostrar para qué, se puede utilizar una habitación para dormir. Ella no se convirtió todavía, en Sodomme ni Gomorre, ni sobrepasado por su Metrópolis Rival*, que en su caída, era despreocupada, lo mismo que lo estuvo en su ascensión. Feliz eran, cada sabiendo donde esté su curación o su tumba, y ningunos consideraron todavía, su sofá abandonados por el doctor y la enfermera al beneficio del hospital maleficicado del país de Gog. Jeanne-Mance* no estaba en eluto de su compasión, el fervor burocrático todavía no había generado la dictadura social, una y la otra podría todavía sufrir y morir mientras que es restante dignificado. Ella y El tomaron cuidado en el bienestar de la horquilla y, para confortar al niño, utilizaron la lengua que completa a la alegría, a los padres y a madres, no solamente que de la Cangura. Uno y los otros, podía relacionar, entre sus las propias, las viejas tradiciones del Pasado, del Indio y del Futuro. Un Ciudadano entonces estaba, más que un Número de dependencia social, un Antepasado era otro cosa que un anónimo Beneficiario, un Gurú y sus Discípulos entonces habrían estado, una cuestión de asombro, como está hoy, de un Libertario o de una Enamorada. Es a esta vida tranquila y hermosa de ciudadanos, a esta comunidad donde la confianza reinó, a esta estancia tan suave, que Robin Hood, invitadas con grandes gritos, me dieron el acceso, y en vuestra antigüedad Asamblea Nacional me convertí en el mismo tiempo y substituir a los por siempre, vuestra Pater, vuestra Mater y vuestra Salvador. Entonces seguí el Primer Ministro de Méphistos, él me ciñó con la espada de su hermandad, y promovido me con la fila del dictador del bueno, tanto lo satisfice por mis sermones, mis dogmas, mis principios, al lado de mis táctica hipócritas de los impuestos y de mis cuentas doctrinarios. A su continuación, me esforcé mismo para pervertir los leyes, que usos erróneos la comunidad de buen derecho, por la falta de sus gobiernadores, que pertenece por la derecha, solamente al individuo. Allí, me fue, por esta raza infame, entregaron del mundo engañoso, que amor hace desgraciado tan muchas almas, y del exilio voluntario, vine a este paz."
Marco Polo ou le voyage imaginaire (La tragédie humaine, janvier 2000) © 1999 Jean-Pierre Lapointe
* personajes históricos , Québec
Theme musical: Motivic de Chip Gue, emprunté aux Classical Midi Archives.
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